- enero -
La vida, cuando no está nublada de las superficialidades con las que nos ofuscamos a menudo, es noble. Y dulce, y suave. Y la armonÃa encaja con la nostalgia, la melancolÃa tiene otro sabor. La frescura del viento, los rayos de sol que se escabullen por los resquicios de las persianas, el canturreo de los pájaros en la calma del campo.
A veces la existencia tiene un halo de lucidez embriagadora, contradictoriamente. Y la perfección es tan sencilla y tan absurda que dan ganas de echarse a reÃr.